Lo de los videojuegos que "se caen" de los camiones de forma misteriosa y acaban vendiéndose al margen de los canales de distribución oficiales es algo tan viejo como el propio medio. Con la llegada de eBay y otras plataformas de compraventa entre particulares esta práctica se ha hecho aún más común, y no es raro ver a algunos ansias pagando un precio algo más