Uno de los momentos más hilarantes de La vida de Brian es cuando Michael Palin interpreta a un ex leproso que pide limosna. Esta escena fue lo primero que se me ha venido a la cabeza al confirmar con furioso júbilo que mi DualShock 4 también se ha convertido en un ex leproso.
Durante este verano, no sé si por el calor o porque las vacaciones me permitieron darle más tralla de la cuenta, descubrí horrorizado que la capa de goma de los sticks había comenzado a despellejarse y agrietarse. No es solo un problema estético, que también, con el paso del tiempo el engomado se va yendo al carajo y se queda una superficie lisa que resbala como una pista de patinaje.
Después de dedicar un tiempo a investigar el tema por internet, parece que es un problema generalizado y Sony no está poniendo demasiadas pegas para sustituir los mandos defectuosos. Con todo, yo soy demasiado perezoso para liarla por un chisme que a nivel funcional va como un tiro y he preferido tomar el atajo de las chapucillas.
Este problema con el engomado de los sticks del DualShock 4, insisto, es bastante común y como era de esperar se ha abierto camino un amplio mercado de fundas de diversos materiales y precios, tantas que el dilema está en elegir modelo. Al parecer hay de todo, protectores relativamente caros que van regular y otros demasiado miserables que van aún peor. Yo me he decantado por una opción intermedia, unos de marca blanca que pueden encontrarse en DealExtreme bajo el nombre genérico de «Thumb Grips«. El pack de 4 unidades (dos parejas) cuesta 2,18 euros y los gastos de envío son gratuitos, así que nadie se arruinará por darles una oportunidad.
Después de esperar casi un mes (vienen de China) y echarme unas risas con las faltas de ortografía del envase (repito, vienen de China), pude calzarle las gomitas al mando justo a tiempo, cuando la seta izquierda ya amenazaba con quedarse calva como un monje franciscano. La aplicación es muy sencilla y el resultado queda perfectamente ajustado. Mi mayor miedo es que los protectores se quedaran holgados y acabaran bailando pero no, están hechos a medida y después de darles bastante caña siguen ofreciendo tanta estabilidad como el primer día. De hecho, como se puede ver en las fotos, incorporan una superficie texturizada de círculos concéntricos que aporta un agarre más firme que el original. El tacto es distinto pero no es nada difícil acostumbrarse.
En cuanto a los materiales, estamos hablando de un producto que cuesta poco más de 2 euros, obviamente se trata de silicona de mercadillo. Puestos a hilar fino diría que al menos es de mejor calidad que la usada en las infrafundas para móviles que venden en eBay. No sé si sobrevivirán a su primer año de vida cuando ni siquiera lo ha conseguido la goma original, pero de momento se están portando de maravilla. Además de una solución barata y efectiva para el desgaste de los sticks, su superficie estriada es la mejor amiga de los jugadores de manos sudorosas (por suerte esa es una maldición que los dioses no estimaron conveniente echar sobre mi persona) y más de uno preferirá jugar con estas cubiertas.
Los Thumb Grips también son compatibles con los mandos de PS3, Xbox One y Xbox 360, aunque en estos casos su compra no es tan imprescindible, y están disponibles en varios colores. No obstante, elegir un color que no vaya a juego con el diseño original del mando es de ser un hortera y un cutre, así que tú sabrás…