Aún no sé qué pensar sobre ello, pero el mayor titular que deja la conferencia de Microsoft probablemente sea la llegada de la retrocompatibilidad a Xbox One. Gracias a una próxima actualización, los usuarios de la plataforma podrán usar sus viejos juegos de Xbox 360 en la nueva generación. El sistema será algo peculiar: la cosa no será tan fácil como insertar el disco y empezar a jugar, sino que el sistema hará una comprobación del disco y descargará una copia digital optimizada para Xbox One. Esto significa que no todos los títulos serán compatibles con este invento, pero Microsoft ya ha confirmado un catálogo inicial de 100 clásicos de aquí a final de año, una lista que si sigue creciendo con el tiempo debería ser suficiente para que la gente pueda guardar su vieja consola en el trastero sin miedo a necesitarla demasiado pronto.
El evento ha comenzado con un vistazo a Halo 5: Guardians. Una extensa demo ha permitido apreciar el enorme salto gráfico y, sobre todo, de puesta en escena, aunque a los más veteranos puede que les haya sobrado ver tantas situaciones guionizadas en un juego que siempre se ha caracterizado por ofrecer un tipo de acción bastante imprevisible. La historia estará dividida entre dos escuadrones, uno liderado por el Jefe Maestro y otro por un tal Locke que según tengo entendido ha sido presentado en la serie de televisión Halo Nightfall. Para muchos, no obstante, será el multijugador la atracción principal, con un nuevo modo con mapas más amplios que recuerda a la Zona de Guerra de los últimos Battlefield. He aquí un caballo ganador.
La siguiente parada ha sido para presentar la improbable alianza entre Keiji Inafune (productor de Megaman y Dead Rising) y Armature Studio. El fruto de este idilio se llama Recore, un exclusivo para Xbox One que se ha mostrado en forma de tráiler generado por ordenador. Nos quedamos con las ganas de ver el juego en sí, por ahora, pero al menos ha servido para lucir su peculiar diseño artístico, una especie de mezcla entre Mad Max y Wall-E.
No son exclusivos de Microsoft, pero sí se han dejado ver en el evento Dark Souls 3, anunciado como el punto y final de la franquicia, Fallout 4, que será compatible con mods de PC, Plants vs. Zombies: Garden Warfare 2 y The Division, cuya beta llegará únicamente a Xbox One. Aprovechando la llegada de la retrocompatibilidad, se ha anunciado que los usuarios que compren Fallout 4 recibirán una copia de la tercera entrega de Xbox 360 y los que hagan lo propio con Rainbow Six Siege recibirán los dos Rainbow Six Vegas de la anterior generación. No es una mala promoción.
La frontera entre realidad y gameplay se ha difuminado bastante con Forza 6, otra franquicia de la casa que volverá pronto. También lo hará Gears of War, por partida doble. Al anuncio de la versión remasterizada del primer Gears, bastante irrelevante ahora que se podrá jugar al original de Xbox 360 en su sucesora, se ha sumado el esperado Gears of War 4.
Quizá porque las expectativas eran altísimas no ha terminado de brillar demasiado lo mostrado, probablemente una versión muy temprana con multitud de carencias gráficas. Diría que la más evidente es la ausencia de un sistema de iluminación en condiciones, porque una cosa es que la ambientación de la franquicia sea muy oscura y otra muy distinta moverse por los mapas sin ver un carajo. Saldrá a finales de 2016, así que aún hay mucho margen de mejora.
El bloque de los indies ha sido uno de los momentos más altos de la conferencia, con propuestas que se han mostrado muy de pasada pero que tenían una pinta fabulosa. Tacoma, Superhot, Gigantic, Cuphead o Beyond Eyes capitanean una treintena de títulos muy creativos que llegarán a Xbox One gracias al programa ID@Xbox, algunos de ellos en exclusiva total, parcial o temporal.
Con Rise of the Tomb Raider se ha vuelto a las propuestas de alto presupuesto. Una demo de unos 7 minutos casi al final de la conferencia ha puesto de relieve lo mucho que Microsoft confía en esta inversión, una exclusividad temporal que publicará unos meses antes de que llegue al resto de plataformas.
El próximo aniversario de Rare ha sido la excusa para anunciar un recopilatorio que ofrecerá 30 de los juegos más clásicos del estudio a un precio simbólico de 30 euros. Un ejercicio de retrospección que ha venido de la mano de una mirada al frente, con el anuncio de Sea of Thieves, una aventura que ha sido descrita como el proyecto más ambicioso de Rare hasta la fecha y que a todas luces parece un MMO con temática de piratas. Ha recordado un poco a Fable Legends, también presente en forma de nuevo tráiler, otro que se aparta de las fórmulas clásicas para buscar una comunidad online.
El momento WTF de la noche ha venido de la mano de Hololens, esas gafas que intentarán darle una aplicación práctica a la realidad aumentada. Sigo sin tener nada claro este trasto, pero después de mostrarse un Minecraft diseñado para esta tecnología empiezo a ver que se podrán hacer algunas cosas interesantes. Hololens no tiene ningún sentido en Halo o Gears of War, pero sí puede abrir algunos caminos dentro de los juegos familiares, sobre todo si se combina con objetos físicos como cartas o fichas alrededor de una mesa.