Con su tríptico Fahrenheit–Heavy Rain–Beyond, Quantic Dream, el estudio francés capitaneado por el fascinante feriante David Cage, se sacó de la manga el subgénero de las películas interactivas. Un subgénero denostado por los puristas porque pervierte el pilar básico de los videojuegos: la interactividad. En las obras de Cage (nombre real David De Gruttola) la acción directa se queda en un segundo plano y cede todo el protagonismo a un desarrollo puramente cinematográfico, donde en no pocas ocasiones el jugador puede dejar tranquilamente el mando en el sofá mientras se desarrollan numerosas escenas no interactivas, interviniendo únicamente para llevar a los personajes de aquí para allá o tomar algunas decisiones ocasionales.
Pages: 1 2