Se aproxima el final del culebrón videojueguil del año. El diario japonés Nikkei ha publicado esta tarde la confirmación de la salida de Hideo Kojima de Konami, la productora que ha sido su casa desde 1986 y donde ha firmado algunos de los mayores éxitos de la compañía. La publicación añade que el creativo estaría ya preparando la fundación de un nuevo estudio de desarrollo junto a otros ex trabajadores de la compañía. Este nuevo sello contaría con el respaldo de Sony Computer Entertainment, que ya estaría negociando la exclusividad (como mínimo temporal) de su primera obra.

La emancipación del creativo pone punto y final a un largo historial de desencuentros con momentos de absoluta tragicomedia, como la decisión de eliminar el nombre de Hideo Kojima de la portada de Metal Gear Solid V meses antes de su lanzamiento, limitar la conexión a internet de Kojima Productions (estudio que acabó cerrando hace unos meses), prohibirle asistir a los Video Game Awards para recoger un premio y negar hasta la saciedad su salida de la empresa, incluso después de filtrarse una foto de su brindis de despedida.

Mientras se aclara el futuro del creador de Metal Gear, el de Konami sigue siendo de lo más incierto. La histórica compañía japonesa ha dinamitado su reputación al maltratar públicamente a uno de los desarrolladores más respetados del mundo, ha sufrido una absoluta fuga de cerebros y ha cancelado Silent Hills, su proyecto más prometedor y el único de gran perfil que tenía anunciado. Todo parece indicar que su rumoreado abandono de la industria del videojuego tradicional para centrarse en los móviles y las máquinas de pachinko es, más que una intención, un paso inevitable.