Aunque técnicamente no forma parte del E3, es difícil no ver el sarao que ha montado Electronic Arts esta noche como un pistoletazo de salida a la gran feria de Los Ángeles. Su evento corporativo EA Play ha arrancado con bastantes expectativas tras el tibio papel que jugó la productora en el E3 del año pasado, donde protagonizó una bochornosa conferencia sustentada en cantidades industriales de humo. Se esperaba, pues, que este año Electronic Arts se redimiera convirtiendo sus promesas en realidades, y sin embargo ha vuelto a tropezar con las mismas piedras, una por una.
El ejemplo más claro de esto ha sido el bloque dedicado a Star Wars. Si el año pasado Battlefront supo a poco, este año ni siquiera se ha mostrado ninguno de los múltiples proyectos de la franquicia que hay en desarrollo.
En lugar de eso, la compañía se ha limitado a trazar una hoja de ruta para repasar lo que está por llegar. Para 2016 Criterion está preparando un minijuego de realidad virtual basado en Star Wars Battlefront que saldrá para PlayStation VR, aparentemente en exclusiva, mientras que Galaxy of Heroes, Battlefront y The Old Republic seguirán recibiendo nuevos contenidos. El año que viene llegará un nuevo Battlefront creado mano a mano entre DICE y Motive, el nuevo estudio liderado por Jade Raymond. Para 2018 se irá el juego de Star Wars, aún sin título, que dirige la ex Naughty Dog Amy Hennig al timón de Visceral Games y que estará muy centrado en la narrativa. Por último, y ya sin fecha ni nombre, llegará un juego de acción en tercera persona creado por Respawn, los mismos que también están trabajando en Titanfall 2.
Un portafolio impresionante que sobre el papel resulta prometedor, desde luego, pero que resulta completamente estéril si su presentación al público consiste en compartir un puñado de diseños conceptuales y buenas intenciones. Si no hay nada que enseñar, que no enseñen nada, pero para promesas electorales ya tenemos a nuestros políticos.
Otro estudio que aún sigue con las mismas que el año pasado es BioWare. Un escuetísimo tráiler de 2 minutos es lo que único que veremos de Mass Effect Andromeda, según su productor, hasta este otoño. Esta nueva entrega, primera tras la conclusión de la trilogía de Shepard y con BioWare Montreal al mando, estará más enfocada a la exploración espacial. En esta ocasión la raza humana será la alienígena en Andrómeda, una galaxia aún no colonizada por el hombre donde nos esperan planetas más exóticos y con mayor libertad de recorrido. Muy prometedor y vistoso, pero escaso adelanto para un título que inicialmente debería haber llegado a las tiendas esta misma Navidad y que finalmente acabará saliendo a principios del año que viene para PC, PS4 y Xbox One. En vista del raquítico material mostrado, ni siquiera de esa fecha me fiaría yo demasiado.
Otro déjà vu del evento ha sido el anuncio del «indie prometedor» de turno, obligatorio para dar imagen de empresa creativa y dinámica. Si el año pasado fue Unravel, en esta ocasión le ha tocado dar la nota a Fe, uno de esos proyectos enigmáticos que no terminas de entender cuando los ves, pero que consiguen despertar la curiosidad por saber más. EA promete «un mundo precioso, lleno de descubrimiento, conflictos y relaciones«, que es básicamente como no decir nada. Será la punta de lanza de EA Originals, una iniciativa que pretende financiar a pequeños estudios debutantes y prometedores para darles la oportunidad de despuntar.
Entre tanta incertidumbre se alzan como únicos valores seguros para este año Titanfall 2 y Battlefield 1. Ambos comparten género, y sin embargo suponen dos formas muy distintas de entender los shooters en primera persona. Mientras que Titanfall 2 mira al futuro, con batallas futuristas, saltos locos y mechas tripulados por marines espaciales, Battlefield vuelve a los fusiles de cerrojo, las trincheras, el gas mostaza y los zeppelines de la I Guerra Mundial.
Ambos supondrán también un paso adelante para sus respectivas franquicias, el primero por introducir por primera vez un modo historia y por llegar también a PS4, consola que se quedó sin el primero, mientras que Battlefield 1 apostará por hacer sus batallas online aún más masivas y épicas aumentando el número de jugadores máximos hasta 64. Habrá beta abierta este verano, así que se le podrá dar un mordisco más pronto que tarde.
No sé muy bien si Electronic Arts es la cigarra del cuento, que se ha descuidado y al final se le ha quedado la casa sin barrer, o una hormiga que sigue trabajando diligentemente para que sus grandes proyectos estén a la altura. Me gustaría pensar que es lo segundo y que propuestas como Mass Effect Andromeda terminarán siendo recordadas como hitos de su tiempo. No importa cuál se el caso cuando se construye una presentación mediática de primera orden basada en la nadería. Resulta difícil confiar en una marca que te cita un domingo por la noche solo para decirte «estoy haciendo cuatro juegos increíbles de Star Wars, pero no te pienso enseñar ninguno de ellos».