No ha estado muy fina la casa de Mario con el nombre final de su próxima consola, anteriormente conocida bajo el nombre en clave de NX, ni tampoco ha contado con el factor sorpresa porque las filtraciones previas se han encargado de destapar (con bastante acierto) las principales características de la máquina.
Nintendo Switch será, efectivamente, una máquina híbrida que funcionará como consola de sobremesa y como portátil. Se trata de un cacharro desmontable que puede conectarse a la televisión o bien extraer de la base una pantalla independiente con mandos incorporados. No termina aquí la cosa, y es que estos mandos también pueden extraerse para jugar en «modo tablet», ya sea con uno en cada mano o para multijugador local, con un mando para cada usuario. El vídeo de presentación resulta algo atropellado porque intenta mostrar todas las opciones posibles en apenas tres minutos, pero cumple con su propósito de dejar la cosa más o menos clara antes de la próxima junta de accionistas de la compañía.
No se ha hablado de juegos, pero el tráiler ya adelanta que habrá un nuevo Mario en 3D que parece ser un heredero directo del bendito Super Mario 64, y adaptaciones de algunas viejas glorias como Splatoon, Mario Kart 8 y Skyrim. Tampoco faltará The Legend of Zelda: Breath of the Wild, un lanzamiento compartido que será a su vez el canto de cisne de Wii U, una consola cuya muerte comercial probablemente se produzca nada más salir al mercado Nintendo Switch, en algún momento de marzo del año que viene.
Nintendo no ha proporcionado datos técnicos y se desconoce hasta dónde llegarán sus capacidades (la autonomía del modo portátil será especialmente determinante). Sí se ha podido ver que usará como soporte algo parecido a tarjetas de memoria, lo que a su vez supone la eliminación del lector óptico y descartaría la compatibilidad con el catálogo de Wii y Wii U, al menos en cuanto a discos físicos.