Sony sigue plegando velas en el viejo continente. Tras Studio Liverpool y Evolution Studios la multinacional ha decidido mandar a la calle a los desarrolladores de su estudio de Cambridge, aún con el turrón en la barriga. Aunque la compañía no descarta rescatar posteriormente algunos trabajadores, la decisión obedece a la necesidad de «hacer algunos cambios en su estructura de estudios europeos para cumplir con sus objetivos estratéticos», en declaraciones a GamesIndustry.

Los últimos proyectos del estudio fueron Killzone: Mercenary para PS Vita y RIGS para PlayStation VR, dos juegos bastante bien recibidos que sin embargo no consiguieron demasiado éxito comercial debido al limitado mercado de su hardware de destino. Aunque su cambio de nombre se produjo en 2012, su trayectoria se remonta a 1997 y vivió sus tiempos de mayor gloria durante los tiempos de las dos primeras PlayStation, con la creación de MediEvil y su secuela y los muy estimables Primal y Ghosthunter.