100 juegos por 10 euros. Así se resume Xbox Game Pass, la nueva y agresiva propuesta de Microsoft para poner en bandeja de plata el salto a Xbox One o a su próxima consola, que será presentada este verano.

Este programa de suscripción tiene algunos puntos en común con Netflix. Por un pago mensual de 10 euros, los jugadores tendrán a su disposición un catálogo inicial de un centenar de juegos, entre nativos de Xbox One como Halo 5: Guardians, Gears of War Ultimate o Mad Max y otros cuantos retrocompatibles rescatados de Xbox 360, como Fable 3 o Soul Calibur 2 HD.
A este catálogo inicial se sumarán otros títulos de Microsoft y de terceros. Entre los sellos que aportarán contenido al programa están 2K, 505 Games, Bandai Namco, Capcom, Deep Silver, Codemasters, Focus, SEGA, SNK, Warner Bros y THQ Nordic.
Xbox Game Pass arrancará esta primavera y, a diferencia de PlayStation Now, no estará basado en streaming sino que habrá que descargar los juegos al disco duro para ejecutarlos de forma local. La letra pequeña es que, como sucede con los juegos del Plus o de Games with Gold, solo serán ejecutables mientras la suscripción se mantenga activa.