Mientras la competencia se marca unas conferencias rimbombantes de hora y pico, Nintendo sigue a lo suyo. La casa de Mario sigue aferrándose al formato teletienda y su primera intervención en el E3 ha sido virtual, por medio de un vídeo pregrabado de algo menos de media hora.

Ha sido una presentación de promesas, con la confirmación de un nuevo Pokémon «grande» para Switch y el desarrollo de Metroid Prime 4. Confirmaciones que se quedaron en simplemente eso, sin ningún tipo de material audiovisual, de lo que se deduce que aún estarán en sus etapas iniciales de gestación. Sí ha podido verse algo de un nuevo Metroid para 3DS: Samus Returns.

Su principal punta de lanza fue Super Mario Odyssey. La próxima aventura para Switch del fontanero más famoso del mundo será más lisérgica de lo acostumbrado, con unos extrañísimos poderes de posesión de los enemigos y una bizarra combinación de fantasía y mundo real. Una dirección bastante arriesgada y original para un juego que en lo puramente mecánico se resolverá como un Mario de plataformas en 3D bastante tradicional.

No será el único personaje clásico que volverá para la nueva consola de la casa. Yoshi y Kirby protagonizarán sendos juegos cortados por el patrón de la vieja escuela, dos aventuras de plataformas de scroll lateral con algunas ideas nuevas y un apartado gráfico absolutamente adorable.

Completó la tarde el anuncio de nuevas figuras Amiibo, contenido adicional para The Legend of Zelda: The Breath of the Wild, un vistazo a la versión para Switch de Rocket League y una generosa demo de Xenoblade Chronicles 2.