Como perro viejo la nostalgia siempre ha sido uno de mis puntos débiles. Por eso el remake (a este lo de remasterización se le queda corto, las cosas como son) de las tres primeras aventuras de Crash Bandicoot para PS4 tuvo mi interés desde el primer momento. Sin embargo, no he sido consciente del furor que ha causado este relanzamiento hasta hoy, cuando con motivo del cumpleaños de una amiga me he lanzado a la carretera para buscar una copia.
Ni qué decir tiene que la tarea ha sido mucho más ardua de lo que me esperaba. A día de hoy, una semana después de su lanzamiento, resulta prácticamente imposible encontrar Crash Bandicoot N’ Sane Trilogy en ninguna tienda física. En total he preguntado en cinco comercios de Murcia y en todos la respuesta ha sido la misma: está agotado a nivel nacional y no se recibirán más unidades hasta dentro de unos días.
Este inesperado éxito ha pillado de sorpresa incluso al cabecilla de Activision, Eric Hirshberg, quien ha reconocido a GamesIndustry que el lanzamiento ha sobrepasado las expectativas de la compañía: «Estamos experimentando con Crash. Sabemos que hay una base de fans que se deja oír, que quería que volviera. Pero nunca sabes si es porque es emblemático para una audiencia más amplia o solo para esta comunidad de nicho basada en la nostalgia. Hasta ahora estamos viendo auténtica pasión por él, lo que podría llevar a otras cosas«.
De las declaraciones de Hirshberg se puede entender que en futuro Activision podría rebuscar en su fondo de armario para resucitar antiguas propiedades en desuso (¿qué tal una colección similar para Spyro?), pero también que no se cierra la puerta a seguir explotando esta segunda juventud de Crash, esperemos que con producciones más inspiradas que sus últimos juegos.