Después de que el glorioso Doom subiera el listón de hemoglobina el año pasado no ha vuelto a haber demasiados lanzamientos con explosiones de higadillos como principal ingrediente. Esto va a empezar a cambiar con dos estrenos no aptos para hemofóbicos que prometen teñir de rojo el último trimestre del año.
El primero de ellos es Ruiner y está disponible desde hoy mismo para PC, PS4 y Xbox One. Se trata de un juego de acción isométrico ambientado en un siempre efectivo futuro cyberpunk lleno de luces de neón, megacorporaciones, hackers, carroñeros y engendros mecánicos. Llega con el respaldo de Devolver Digital, un sello de calidad que obliga, como mínimo, a prestarle cierta atención a todo lo que llegue bajo su paraguas.
Dentro de un mes, el 27 de octubre, será el turno de Wolfenstein 2: The New Colossus. Su último tráiler publicado hace escasos días pone especial énfasis en sus partes de comedia gamberra, pero mucho se debe desviar de sus anteriores entregas para que haya más chistecitos que ultraviolencia. La cosa irá de limpiar Estados Unidos de nazis malísimos en una línea histórica en la que Alemania ganó la II Guerra Mundial, una situación bastante loca que elimina de la ecuación cualquier reparo moral sobre convertir a los soldados enemigos en sopa de tomate.