El crecimiento del mercado de realidad virtual, aunque constante, sigue siendo lento. El principal indicativo, más que la falta de proyectos de envergadura (que también), es que los principales exponentes acaban cediendo ante la realidad de una base de usuarios todavía muy limitada, de modo que en no pocos casos se ven obligados a desprenderse de la exclusividad a cambio de llegar a más público.