Alguien en el departamento de marketing de Bethesda volvió a casa muy satisfecho después de que se le ocurriera basar la publicidad inicial de Prey en un poder que permite convertirse en objetos mundanos del escenario. Resaltar esa peculiaridad fue un intento de diferenciarse, supongo que demasiado desesperado, pero al final resultó un disparo en el pie porque después hubo que volver a recorrer el camino